XIX El siglo XIX fue muy conflictivo y los municipios quedaron en quiebra financiera como resultado de las guerras. Ante esta crisis económica, el gobierno emitió la siguiente orden: la venta de bosques públicos. Como resultado, las montañas que eran de todos pasaron a ser propiedad de algunos particulares y a pesar de la mejora de las cuentas financieras de los Municipios, los habitantes que aprovechaban los bosques quedaron sin recursos. En ese momento, algunos municipios tomaron otra decisión: vender los bosques comunales a los gremios. Iurreta también dio el mismo paso en 1858. Así, entre todos los habitantes, se pagaron al municipio 157.068,90 reales a cambio de los terrenos en torno a Laixiarzelai.

Los bosques de la cofradía tienen una extensión aproximada de 174 hectáreas, y la principal característica de la administración es que las ganancias deben invertirse en el bienestar de los habitantes de Iurreta. Cumpliendo esta premisa, desde hace 50 años contribuyen a la reparación de carreteras, equipamientos públicos, el desarrollo de proyectos deportivos y culturales, la compra de terrenos para construir Larrakozelai, etc.